Los últimos 4 meses de mi vida han sido un tiempo peculiar. Junto a Edgardo Ochoa, mi esposo y socio de muchos años y aventuras, nos inscribimos en The Founder Institute, un incubador de negocios con más de 100 capítulos alrededor del mundo que estaba abriendo su primer grupo en Fort Lauderdale, FL.
Como pez fuera del río salté a un ambiente ajeno donde me esperaban retos y encuentros inusitados: El mundo de las start-ups, las compañías de tecnología, los visionarios y, ¿por qué no decirlo?, los excéntricos que se atreven a empeñar todo su esfuerzo en una sola cosa: poner a andar sus ideas como “fundadores” de compañías.
Pero el programa de Founder Institute, fundado por Adeo Ressi en Silicon Valley, no es cualquier incubadora. Es como una licuadora que te pone a girar alrededor de tu idea con el aporte de los directores locales, las siempre cordiales embajadoras, la experiencia de primera mano de parte de los mentores, que han sido fundadores de compañías exitosas, quienes te ayudan a confrontar las ideas con la realidad, formalizar una propuesta, separar las ideas buenas y convertirlas en compañías.
Lo mejor de todo: El factor humano. Además de la interacción con los directores y los mentores, ser parte de un grupo que comparte metas similares te empodera. Tus compañeros de aula, quienes si bien algunos van dejando el programa por decisión propia o porque quedan descalificados, son todos emprendedores como tú, llenos de ganas de cambiar el mundo y llevar a cabo sus ideas. Son ellos la clave para navegar por ese mundo a veces solitario de los emprendedores. Con ellos encontrarás un nuevo tipo de hermandad, esta vez porque no solo fueron parte del mismo semestre, sino porque cuando una compañía se gradúa del Founder Institute deja un 3.5% a un fondo común del que forman parte el Founder Institute, tus directores y mentores, así como también tus compañeros de curso. Tú eres parte de sus companías y viceversa. Pero lo más valioso es el vínculo que se crea como parte del programa, entre personas que quizás en otras circunstancias no llegarían a conocerse.
Son esos encuentros y esas relaciones lo que hace especial a esta experiencia que por momentos parece romperte los nervios, no te deja dormir por semanas, perder o ganar peso (lamentablemente para mí fue lo segundo) y finalmente, graduarte y al ver hacia atrás poder observar cómo la visión que tenías ha cambiado por completo en apenas 16 semanas. De tarea en tarea has ido de la idea, a formalizar una propuesta y un plan de desarrollo. ¡Ya tienes una compañía lista para ir a comerte el mundo!
El viernes 11 de marzo nos graduamos los primeros fundadores en el capítulo de Fort Lauderdale bajo la tutela de los directores locales Michel Triana, Rodolfo Novarini y Mark Volchek. El grupo lo formamos diez fundadores (de los cuales 4 somos mujeres) y 8 compañías:
Scott Greenhouse con Gameface y sus novedosos productos de cuidado personal para atletas. Melanie Bergero con Oneness – Una compañía especializada en proveer servicios de limpieza ecológica de canales y aguas marinas con tecnología no contaminante. Susan Perry con SpeechMed, que provee tecnología para que los pacientes y sus cuidadores puedan entender las recetas médicas en varios idiomas. Sheena Banton y Stefan Weiss con TeakHealth, quienes están desarrollando tecnología para permitir a los pacientes tener control de sus historias médicas. David Castro con Vendor Hive, una compañía que desarrolla una plataforma para la administración de eventos y festivales. Robert Valli con VidTec, una compañía que produce diversas tecnologías de video para automatizar la producción de video online y convertir contenidos de la web a video en cuestión de segundos, y Vinodh Jeyaraj con Winspire, una aplicación que ayuda a las personas y a los coaches a desarrollar las relaciones interpersonales y el liderazgo. Y por supuesto, nuestra compañía, Velatino es una plataforma de video curada específicamente para audiencias Hispanas, que permite a los creadores de contenido distribuir y sus producciones teniendo control de sus derechos y monetización.
Los próximos seis meses serán vitales para estas compañías y sus fundadores, como parte del programa seguiremos en contacto y apoyándonos, con reuniones de grupo, nuestras propias relaciones y la asistencia a foros de negocios organizados por el Founder Institute. Ser fundador de una compañía no es una carrera de velocidad sino de constancia y permanecer enfocados. Esta experiencia nos ha dejado extenuados físicamente, pero al mismo tiempo llenos de energía hacia una meta definida. Manténganse al tanto: ¡Aquí vamos!, y nos vemos en Velatino TV, muy pronto disponible en todas las plataformas de video.
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