¿Tiene algo de malo desear? – SE HABLA POSITIVO

¿La felicidad es dejar de desear? ¿Es aceptar? ¿Tiene algo de malo el desear? ¿El deseo te impide disfrutar lo que hay? ¿Es posible vivir una vida plena sin proponernos metas y lograr objetivos? Leí hace poco un artículo titulado “Mi mayor objetivo es no tener objetivos” ¿Por qué? ¿Haces las cosas porque realmente tienen un significado para ti, o porque tienes en tu mente una idea de lo que deba ser y crees que necesitas cumplir con eso?

SE HABLA POSITIVO – Por Humberto Segura

No tengo nada en contra de plantearse metas, mucho menos en contra de desear, pero: ¿Me centro tanto en lo que deseo que no valoro lo que tengo? ¿Soy capaz de ser flexible y aceptar que a veces las cosas no se darán como deseo y aun así en la sola experiencia ya hay una ganancia? ¿Es tan difícil aprender? ¿Por qué me ha tocado vivir lo que vivido? A esto no tengo respuesta, pero estoy seguro de que de no haber pasado por todas esas experiencias, no sería quien soy hoy y tal vez no me estaría haciendo estas preguntas.

Lo que trato de decir es que mas que el alcanzar la meta, lograr el objetivo, cumplir ese deseo, lo realmente importante es vivir a plenitud el proceso de alcanzarlo. ¿No les ha pasado que después de desear mucho algo, al momento de tenerlo ya no es tan importante? ¿Una vez logrado el objetivo se despierta el deseo por algo mas? Y ni hablar de la frustración que sentimos cuando no logramos lo que nos proponemos.

Frustración, dolor, ira, vacío, nos recriminamos y autoflagelamos cuando sentimos que no estamos a la altura, no dimos la talla, no cumplimos las expectativas ¿Las expectativas de quién?

Durante la tarea, cuando estabas concentrado, cuando usaste todas tus capacidades en pos de conseguir aquello que deseabas ¿en algunos momentos no sentiste que el tiempo se desvanecía? ¿Sentiste que podías pasar horas y horas en ese estado de fluir? ¿Te sentiste en posesión de energía y recursos que ni siquiera imaginabas que estaban a tu alcance? ¿Fueron momentos plenos de felicidad? ¿No valieron de por sí la pena, más allá de haber logrado la meta o no, aunque hayas tenido o aceptado cambiarla según te ibas adaptando a las circunstancias?

El objetivo está en el futuro, es el futuro, aun al cumplirlo, otro objetivo lo remplaza y sigue quedando lejos de nuestra vista en un futuro que no sabemos si llegará. Es en el presente, cuando estas dando lo mejor de ti mismo para lograr dicho objetivo, cuando realmente puedes lograr el objetivo mayor: ser feliz.

La felicidad entonces no es no desear, es estar presente, en el ahora, es fluir, es comprometerse, hacer nuestro mejor esfuerzo, ser lo mejor que podemos ser, ahora.

Solo ahora puedo lograr algo, solo en el momento presente. Lo valioso de la meta es que nos propone un camino, pero no transitemos dicho camino con la vista puesta en el final del recorrido, tratando de anticipar lo que habrá al llegar, sin aprovechar cada paso, sin maravillarnos por los que nos rodea a cada instante.

Tal vez no llegué adonde quería, pero a alguna parte me ha llevado la travesía, y aquí donde estoy, con lo que me rodea, es donde tengo la única oportunidad de ser feliz.

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